sábado, 28 de julio de 2007

Despertar


La doncella Elfica había abandonado la habitación, al mismo tiempo que Vandil entraba, llevaba puesto la típica camisa verde musgo que usaban los elfos:

- Roncas mas que un hombre!!._dijo Vandil.
- o/////o (sonrojarse)
- pero eso quiere decir que al fin te has recuperado.
-
¬o¬ pero no tenias que ser tan directo.
- mi nombre es Vandil, tengo una taberna a dos días de aquí, he sido yo el que te ha traído a estas tierras.
- Gracias Vandil, pero a que te refieres con que me has traído aquí?._contesto la muchacha.
- >.<
¿acaso no recuerdas nada?._le pregunto mientras miraba sus hermosos ojos._pues estabas muy mal herida no se de donde vienes, pero te encontré en la orillas del mar, te traje ante los elfos pues estabas agonizando.
- pues no puedo recordar nada._contesto con voz temblorosa, al mismo tiempo que ocultaba el rostro entre sus manos. (
ToT)
- (o__oU) no te preocupes!, los elfos te ayudaran y cuando necesites de mi, solo búscame en la taberna de la quimera.

Vandil tomo sus manos y las beso consuma delicadeza, sin dejar de observar aquellos hermosos ojos, llenos de vida e inocencia, al poco rato entro en la habitación Acrestos, con su semblante sombrío que lo hacia ver más hermoso de lo que era, traia consigo un hermoso vestido color carmesí con adornos de rubíes en la zona de la cintura:

- me presento bella dama, mi nombre es Acresto príncipe del bosque de Nimyara, hoy y espero que durante mucho tiempo seas nuestra huésped especial.

- ¿Usted sabe quien soy?.

- Todo a su debido tiempo.

Acrestos volvió a salir dejando el hermoso vestido apoyado en la cama, de inmediato tres doncellas entraron en la habitación trayendo consigo sabanas, una de ellas corrió hacia el lado derecho abrió delicadamente una puerta que simulaba ser una pared, descubriendo para sorpresa de la muchacha una bañera humeante de calidas aguas.

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