jueves, 19 de julio de 2007

continuacion


Black hopher

un ejercito compuesto por millares de Homúnculos, hombres de montaña y uno que otro caballero dragón, llego cerca de la madrugada a las afueras de Black hopher, el rey se habia anticipado a la llegada del ejercito enemigo y habia mandado a construir atalayas, para resistir el primer ataque, sin embargo, Flamer habia enviado un séquito para convencer al rey de que se rindiera, solo cinco soldados de extrañas armaduras, fueron llevados ante la presencia del rey, la conversación aunque a simple vista era amena, detras se escondía una terrible tencion:

- mi buen rey, Flamer os envia saludos y la oportunidad de rendiros._dijo uno de los soldados.
El rey que se erguia majestuosamente sobre su trono hablo de forma tan profunda, que las paredes parecieron temblar ante sus voz:

- Descubrir vuestros rostros!!._grito el Rey.

mientras tanto un guerrero se habia puesto al lado del trono, los soldados uno a uno se sacaron el casco, el primero era un hombre de cabellos blancos, él habia sido el primero en hablar, los tres últimos también eran hombres de similares características, sin embargo el ultimo, era tan solo una muchacha de cabellos rojos, Berphometh
que hasta entonces habia estado en silencio, poso su mirada en la muchacha, sin embargo el soldado de cabellos blancos prosiguió con su labia:

- debéis saber que muchos caballeros dragones componen nuestros ejércitos y los legendarios Haraddianos también, estas apunto de presenciar la exterminación de tu reino._dijo el hombre con malicia.

- No no subestimes!!!, somos los cazadores de dragones, nadie estan poderoso para vencernos._dijo El Rey con voz apacible.

- Rey, os pido que recapacitaseis, las condiciones son las siguientes:
1._ Black hopher, sera autónomo
2._ todos los caza dragones, deberán unirse a nuestros ejércitos partir de los 12 años en adelante.
3.- Heliudh Graham debera pagar tributo al rey de liord, que pueden ser en oro, mujeres o manos de obra.
4.- cuando Liord mande por apoyo a Black hopher este debera responder de inmediato.
5.-....

el soldado no pudo terminar de hablar por que Berphomenth habia lanzado una flecha justo a los pies del mensajero:

- absurdo, es pensar que nuestro pueblo se rendiría ante ustedes con tamaños acuerdos!!!._grito el guerrero enfurecido.

sin embargo el soldado levanto la flecha del suelo y la partio en dos con sus manos, al mismo tiempo que se retiraba de la sala, Berphomenth le seguia el paso, mientras Heliudh permanecía con la mirada sombría, al llegar alas afueras del pueblo, el soldado de cabellos Blancos se dirijio al joven principe:

- Sois cabezota!!!, no hay ejercito alguno que pueda detenernos, preguntale a la Haradianna que le ocurrió al suyo, tal vez te convenza.

los cuatro soldados abandonaron las tierras y a todo galope fueron a sus campamentos, Berphomenth yacia con los puños cerrados de ira, mientras observaba a la muchacha que yacia en pie frente a él, con la mirada tan fria como el hielo.

-pierdes el tiempo, lucharemos hasta el final._dijo Berphomenth. mientras se daba la vuelta.

- lo sé, es posible que mueras guerrero._dijo después de unos minutos.

- es posible, pero nadie mancilla mi honor._contesto bruscamente.

- pueden y lo haran!._dijo la muchacha suavemente.

- vete ya, tus palabras no causan efecto._dijo en tono mas amable.

- si me permitís noble caballero, me gustaría luchar a vuestro lado._dijo tajantemente.

- ¿traicionas a los tuyos?._dijo sorprendido el caballero al mismo tiempo que se da va la vuelta para observarla bien.

- Ellos exterminaron a los mios, ya no me queda nada, por lo que vivir, sin embargo tu bravura me han dado ganas de hacer tu lucha la mia.

- no se si confiar en ti.

La muchacha saco de un costado de su armadura un colgante, de plata y se lo puso en el cuello a Berphomenth.

- estos es un pedazo de mi alma, si lo destruyes yo morire.

Berphomenth lo observo largamente, el dije poseia una esfera transparente y dentro de ella una luz tornasolada brillaba al compas de los latidos del corazón, aun asi lo escondió en su pecho y continuo caminado hacia la estancias realeza, detras de él caminaba la guerrera.

- por cierto, ¿como te llamas haradiana?
- Beleth, ese es mi nombre





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