lunes, 30 de julio de 2007

alta traicion


Saliendo a toda prisa del castillo, lleno de ira y rencor hacia el rey, me dirijo hacia black hopher para reunirme con mi padre y su grupo de soldados.
Pero cuando estaba cerca de llegar a la villa, después de un día de camino,
Veo asombrado como black hopher se ha transformado en ruinas y en un lugar lleno de cadáveres de homúnculos y habitantes de la villa, mientras miraba con unos ojos perdidos y llenos de lagrimas, Beleth me indica que un grupo de bestias se acerca a nosotros con la intención de terminar con nosotros. Retomando una mirada fría llena de sufrimiento me armo de valor y pidiéndole ayuda a mi dios para que me de las fuerzas necesarias para pelear sin desfallecer en el camino, tomo mi espada y le digo a la joven princesa


- no es necesario que pelees en esta batalla, ya que no quiero ver a otro ser querido morir ante mis ojos.

Y respondiendo con una voz suave y llena de calidez_-no te preocupes berphometh, yo te acompañare en esta batalla, ya que también es mi batalla.

Asi, tomando juntos nuestras espadas y juramos con nuestra sangre que cada uno protegería al otro cueste lo que cueste, y poniéndonos en camino a la batalla.


Muerte tras muerte íbamos avanzando hacia el centro de black hopher, todo para encontrar al general que estaba al mando de esta brutal agresión hacia mi tierra.
Pero ya casi llegando, veo que ya ahí un grupo frente de flamer, asi que tratando de acercarme mas, diviso la silueta de mi padre el cual estaba luchando junto a sus compañeros contra un monstruo de gran magnitud, el cual con solo sentir su presencia el mas feroz caballero temblaría ante él,
Pero mi padre sin temor alguno decide atacar a tal bestia y tras él sus compañeros le seguían para apoyarle, pero en fracciones de segundo flamer mira a los tres guerreros y con una sonrisa leve les da una especie de señal, entonces cuando heliudh iba a traspasar su espada en el estomago al gran homúnculo sus camaradas le apuntan con arcos y flechas dejándolo sin mover por el asombro, y escondiendo su mirada heliudh le pregunta a sus camaradas.


-por que traicionáis a vuestra patria de esa forma. _y el guerrero de cabello blanco y de armadura hermosa le responde.

-lo hago por dinero y para subsistir con gloria y poder._y otro guerrero apoyando a su compañero responde.

-Tú nunca nos diste la oportunidad de surgir como guerreros en la villa._
Pero el último guerrero con una mirada triste se mantiene en silencio, pero de momento reacciona y tira su arco en el suelo, y levantando su mirada desenfunda su espada y acecina a uno de los guerreros, y gritando dice
-yo no me venderé ante un reino que solo desea poder._y mirando a heliudh le menciona_-disculpadme maestro por esta traición, enmendare mi error deteniendo a estos traidores con mi vida.

sábado, 28 de julio de 2007

Despertar


La doncella Elfica había abandonado la habitación, al mismo tiempo que Vandil entraba, llevaba puesto la típica camisa verde musgo que usaban los elfos:

- Roncas mas que un hombre!!._dijo Vandil.
- o/////o (sonrojarse)
- pero eso quiere decir que al fin te has recuperado.
-
¬o¬ pero no tenias que ser tan directo.
- mi nombre es Vandil, tengo una taberna a dos días de aquí, he sido yo el que te ha traído a estas tierras.
- Gracias Vandil, pero a que te refieres con que me has traído aquí?._contesto la muchacha.
- >.<
¿acaso no recuerdas nada?._le pregunto mientras miraba sus hermosos ojos._pues estabas muy mal herida no se de donde vienes, pero te encontré en la orillas del mar, te traje ante los elfos pues estabas agonizando.
- pues no puedo recordar nada._contesto con voz temblorosa, al mismo tiempo que ocultaba el rostro entre sus manos. (
ToT)
- (o__oU) no te preocupes!, los elfos te ayudaran y cuando necesites de mi, solo búscame en la taberna de la quimera.

Vandil tomo sus manos y las beso consuma delicadeza, sin dejar de observar aquellos hermosos ojos, llenos de vida e inocencia, al poco rato entro en la habitación Acrestos, con su semblante sombrío que lo hacia ver más hermoso de lo que era, traia consigo un hermoso vestido color carmesí con adornos de rubíes en la zona de la cintura:

- me presento bella dama, mi nombre es Acresto príncipe del bosque de Nimyara, hoy y espero que durante mucho tiempo seas nuestra huésped especial.

- ¿Usted sabe quien soy?.

- Todo a su debido tiempo.

Acrestos volvió a salir dejando el hermoso vestido apoyado en la cama, de inmediato tres doncellas entraron en la habitación trayendo consigo sabanas, una de ellas corrió hacia el lado derecho abrió delicadamente una puerta que simulaba ser una pared, descubriendo para sorpresa de la muchacha una bañera humeante de calidas aguas.

jueves, 26 de julio de 2007

El regreso de los dragones


De toda el continente de Absalon, Adamar era el único ser humano que podía jactarse de haber matado un dragón, aunque aquellas criaturas habían desaparecido hacia siglos, sin embargo un día llego al centro del pueblo de Río Grande trayendo consigo la cabeza del dragón, desde entonces su fama se extendió por los países vecinos y nadie se le atrevía serle frente, sin embargo con el tiempo su personalidad bravucona se volvió taciturna, poco a poco dejo de frecuentar los bares y las doncellas hasta que casi ya nadie le recordaba, su juventud no se había marchitado, su aspecto aun era vigoroso, sin embargo algo en su interior lo estaba atormentando, sus pesadillas lo acosaban incluso de día, pues llevaba consigo la marca de los dragones, pero el terror le sobrevino cuando el reino del norte bajo el mando del hechicero Somius empezó a destruir todos los poblados a aledaños al reino de Lior, mas aun los rumores decían que dragones rojos conformaban su ejercito, esa misma noche forjo una espada, su destino estaba sellado…

La dragona a la que había asesinado, por un segundo, le revelo la forma en que Adamar moriría, aunque en ese momento no le creyó, con el pasar de los años algunos hechos que para un humano común eran sin importancia, para Adamar era signo de que su muerte estaba próxima, el destino le había ofrecido dos caminos….huir junto con los aldeanos o unirse al ejercito de los reyes del sur, Adamar no cobarde y creyó que aunque tratara de todos los medios huir de su destino tarde o temprano llegaría, se enlisto en los ejércitos dorados, los primeros de la línea de defensa entre las fronteras, la guerra había sido ardua, había visto perecer a muchos incondicionales amigos pero la muerte no venia a por él, fue entonces que un día, que somius el hechicero llego a las puertas que protegían la frontera montado en un dragón, detrás de él llevaba una pequeña niña de rostro macilento la mirada de Adamar se poso en la pobre criatura, la pequeña también le miraba pero sus ojos yacían vacíos, como si toda la vida en ella hubiera sido extinguida, al estallar la lucha su primer objetivo fue atacar a somius, quien parecía no causarle herida alguna, sin embargo apenas termino de atacarle con su gran lanza mata dragones, Adamar se su vio cual ágil contorsionista al lomo del dragón, agarro a la pequeña entre sus brazos y tan rápido como pudo corrió hacia las puertas, una vez adentro tomo a la pequeña entre sus brazos y la estrecho como un tesoro.

Una vez concluida la gran batalla en que la primera línea de caballeros fue horriblemente destruida, Somius aguardo frente a las puertas que yacían cerradas, su ejercito de homúnculos permanecían alertas, inquietos y expectantes. Después de unos minutos las grandes puertas se abrieron de par en par, frente al ejercito aparecio la pequeña niña, llena de sangre…en su manita derecha llevaba colgando la cabeza de Adamar, Somius río estruendosamente al mismo tiempo que hizaba su dragon hacia los cielos:

- que los Dioses recuerden este Nombre!!!_grito Somius desde las alturas._Beleth, hija de la oscuridad sempiterna.

lunes, 23 de julio de 2007

Llega una hermosa guerrera


Era una tarde alicaída, en que el pequeño Elmund yacia entrenando su alquimia básica en un pequeño Salón a un lado del principal, cuando vio de momento a su hermano Arcretos pasar con suma rapidez a la cámara de su padre, Elmund el extrañado y curioso decide seguirle hasta el gran salon para averiguar el extraño comportamiento de su hermano su hermano, pero antes de asomarse por la puerta de la habitación del rey, de pronto el pequeño alquimista escucha un gemido de angustia y dolor que venia de una habitación apartada de ese lugar. el chico, curioso de ver q es lo que hay en aquella habitación, se acerca tímidamente a la puerta y asoma su cabeza, observa un extraño cuerpo retorciéndose de dolor por el veneno que corría dentro de su cuerpo, se acerca a ella y la ve con mucha dedicación, veía los detalles de su armadura, pero lo que mas le llamo la atención una hermosa

Marca en su cuello, era una espada del clan Haradtah, y el se sorprendí ya que la única parte en la cual vio ese dibujo fue en un libro de la historia de la alquimista, el cual hablaba de un alquimista que sediento de conocimiento fue capas de crear un homúnculo desafiando toda ley de alquimia todo para vengarse del rey de la raza haradiana. Viendo como la haradiana sufría por el dolor, el pequeño elfo recuerda un circulo de transmutación q le puede ayudar a curar el veneno que la esta consumiendo, efectuando el conjuro, Elmud logra sanar a la mujer, pero cuando termina de sanarla, el chico siente unos paso, se asoma a la puerta y ve que se acercan tres sirvientas del rey a curar la la muchacha, asi que el niño desesperado busca una salida para que no logren verlo. Huyendo por la ventana mas cercana, observa por la ventana de la cámara del rey la conversación q tenia èl junto a a su hijo mayor Arcretos y a un forastero llamado Vendil proveniente de las tierras del sur. Elmud curiosamente escucha q el rey menciona que la haradiana le inspiraba temor, y el pequeño Elmud se pregunta el porque del miedo de su padre y corre para leer mas sobre la cultura haradiana para poder descubrir el porque del miedo del rey...

Haradatt


“He visto la creación desde la cima de un alcor, he visto el viento danzar entre los árboles y el río jugar con las piedras…he visto el gran bosque Aimaru extenderse hasta los confines del propio mundo…he visto la muerte ser desterrada del valle…donde los recuerdos vuelan libres sin desconsuelo….”

Al pie de la gran montaña, el viento toca una melodía, mientras el silencio le observa…desde las alturas la gran montaña permite divisar todo el valle, circundado por altos y espesos bosques, eternos guardianes de la tierra…en tiempos inmemoriales los “Mayores” crearon aquel santuario, un hermoso castillo hecho de marfil, donde miles de criaturas fueron creadas, para poblar el mundo que los antiguos construyeron, no obstante la creación solo era permitida entre los antiguos quienes exigieron su destrucción, pero los mayores no podían destruir a sus amadas criaturas pues las amaban y eran sus hijos, en aquel momento se revelaron contra los antiguos, en una terrible batalla que duro cuarenta días y cuarenta noches, el santuario fue destruido y “los antiguos” encerrados en el abismo del tiempo, oculto en un lugar ya olvidado, Los mayores sintieron tristeza por el resultado de su batalla y abandonaron el mundo...Sin embargo, hubo un pueblo que aun les recordaba y veneraba, eran los Haraddianos, que a travez de la magia y la alquimia lograron perpetuar el recuerdo de los antiguos Dioses, sin embargo uno de los suyos llamado Somius motivo por la sed de conocimientos logro crear a un perfecto ser humano, a travez de la magia, los Haraddianos le prohibieron tales practicas y lo desterraron sin posibilidad de utilizar la magia otra vez....por que los Homunculos, asi es como les llamaban eran humanos sin alma, Somius en venganza creo un ejercito y destruyo todo rastro de los Haraddianos, sus conocimientos, su poder sobre la alquimia y el secreto de los dioses se perdio....

Beleth nacio, en medio del caos....Somius la habia sostenido entre sus brazos y por un segundo tuvo la intención de asesinarle, sin embargo, se le ocurrió experimentar, deseaba saber cual era el limite de un cuerpo humano.


jueves, 19 de julio de 2007

continuacion


Black hopher

un ejercito compuesto por millares de Homúnculos, hombres de montaña y uno que otro caballero dragón, llego cerca de la madrugada a las afueras de Black hopher, el rey se habia anticipado a la llegada del ejercito enemigo y habia mandado a construir atalayas, para resistir el primer ataque, sin embargo, Flamer habia enviado un séquito para convencer al rey de que se rindiera, solo cinco soldados de extrañas armaduras, fueron llevados ante la presencia del rey, la conversación aunque a simple vista era amena, detras se escondía una terrible tencion:

- mi buen rey, Flamer os envia saludos y la oportunidad de rendiros._dijo uno de los soldados.
El rey que se erguia majestuosamente sobre su trono hablo de forma tan profunda, que las paredes parecieron temblar ante sus voz:

- Descubrir vuestros rostros!!._grito el Rey.

mientras tanto un guerrero se habia puesto al lado del trono, los soldados uno a uno se sacaron el casco, el primero era un hombre de cabellos blancos, él habia sido el primero en hablar, los tres últimos también eran hombres de similares características, sin embargo el ultimo, era tan solo una muchacha de cabellos rojos, Berphometh
que hasta entonces habia estado en silencio, poso su mirada en la muchacha, sin embargo el soldado de cabellos blancos prosiguió con su labia:

- debéis saber que muchos caballeros dragones componen nuestros ejércitos y los legendarios Haraddianos también, estas apunto de presenciar la exterminación de tu reino._dijo el hombre con malicia.

- No no subestimes!!!, somos los cazadores de dragones, nadie estan poderoso para vencernos._dijo El Rey con voz apacible.

- Rey, os pido que recapacitaseis, las condiciones son las siguientes:
1._ Black hopher, sera autónomo
2._ todos los caza dragones, deberán unirse a nuestros ejércitos partir de los 12 años en adelante.
3.- Heliudh Graham debera pagar tributo al rey de liord, que pueden ser en oro, mujeres o manos de obra.
4.- cuando Liord mande por apoyo a Black hopher este debera responder de inmediato.
5.-....

el soldado no pudo terminar de hablar por que Berphomenth habia lanzado una flecha justo a los pies del mensajero:

- absurdo, es pensar que nuestro pueblo se rendiría ante ustedes con tamaños acuerdos!!!._grito el guerrero enfurecido.

sin embargo el soldado levanto la flecha del suelo y la partio en dos con sus manos, al mismo tiempo que se retiraba de la sala, Berphomenth le seguia el paso, mientras Heliudh permanecía con la mirada sombría, al llegar alas afueras del pueblo, el soldado de cabellos Blancos se dirijio al joven principe:

- Sois cabezota!!!, no hay ejercito alguno que pueda detenernos, preguntale a la Haradianna que le ocurrió al suyo, tal vez te convenza.

los cuatro soldados abandonaron las tierras y a todo galope fueron a sus campamentos, Berphomenth yacia con los puños cerrados de ira, mientras observaba a la muchacha que yacia en pie frente a él, con la mirada tan fria como el hielo.

-pierdes el tiempo, lucharemos hasta el final._dijo Berphomenth. mientras se daba la vuelta.

- lo sé, es posible que mueras guerrero._dijo después de unos minutos.

- es posible, pero nadie mancilla mi honor._contesto bruscamente.

- pueden y lo haran!._dijo la muchacha suavemente.

- vete ya, tus palabras no causan efecto._dijo en tono mas amable.

- si me permitís noble caballero, me gustaría luchar a vuestro lado._dijo tajantemente.

- ¿traicionas a los tuyos?._dijo sorprendido el caballero al mismo tiempo que se da va la vuelta para observarla bien.

- Ellos exterminaron a los mios, ya no me queda nada, por lo que vivir, sin embargo tu bravura me han dado ganas de hacer tu lucha la mia.

- no se si confiar en ti.

La muchacha saco de un costado de su armadura un colgante, de plata y se lo puso en el cuello a Berphomenth.

- estos es un pedazo de mi alma, si lo destruyes yo morire.

Berphomenth lo observo largamente, el dije poseia una esfera transparente y dentro de ella una luz tornasolada brillaba al compas de los latidos del corazón, aun asi lo escondió en su pecho y continuo caminado hacia la estancias realeza, detras de él caminaba la guerrera.

- por cierto, ¿como te llamas haradiana?
- Beleth, ese es mi nombre





miércoles, 18 de julio de 2007

Dentro de mi conciencia


Al despertar en la mañana, aun muy débil, me levanto ya que nunca me a gustado estar postrado,
pero mientras me vestía comencé a recordar la triste destruccion de mi tribu y de mi familia.

"todo paso hace dos años en mi pueblo natal de Black hopher , mas conocida como la villa de los caza dragones, en los confínes de la isla de Baloom.

Todo comienza con la presencia del consejero flamer 'hombre confiable del patriarca del reino le Liord' para contratar los servicios de mi padre Heliudh Graham para combatir junto a su gruto de subordinados en una guerra territorial para expandir su imperio, pero mi padre rechaso esa oferta ya que no tenia intenciones de involucrarse en cualquier guerra sin sentido por sed de poder y conquista.
flamer no conforme con la respuesta protesto ante su decisión y advirtió que la situación no quedaría impone, y que se vengaría ante la falta de respeto hacia el reino de Liord, y mi padre aludiendo al comentario y menciona_-no temo a las amenazas de una rata apestosa como tu q se esconde en las faldas de un rey y de un imperio ambicioso, asi que mejor apartaos vuestra inmunda presencia de mi villa y no te acerques nunca mas-_,dando media vuelta el vasallo del rey abandona con mucha ira dentro de él.

Llegando flamer al castillo del rey pide una audiencia para comenta la falta de lealtad y la descortesía con la cual aludió heliudh. al concedérsela, el consejero crea una mentira convincente para volver al rey en contra del jefe de la villa, para poder asi destruir la pequeña población con un ejercito numeroso, ya que el poblado de Black hopher se destacaba por tener a los soldados mas brutales en batalla conocidos en la isla. Viendo como flamer menciona con tanta euforia e ira acerca del poblado, el rey acepta la petición y ordena al general de brigada a reunir a la mayor tropa que se ha hecho nunca para poder asi pulverizar a Heliudh Graham..."

domingo, 15 de julio de 2007

Fragmentos


(recuerdos de la batalla de Black hoper)

“Se veía a si misma luchando espada contra espada, mientras el campo de batalla se inundaba de cadáveres, su armadura plateada con diseños de unicornios en el pecho yacía manchado por la sangre negra y pestilente de los Homúnculos, la lucha era ardua y ya había sido alcanzada anteriormente por dos flechas, sin embargo seguía en pie, no podía morir, no ahora, hasta poder encontrar la respuesta a su destino, “seguramente él se encontraba al otro lado del campo repeliendo el ataque ”, pensó Beleth, aun así sentía una gran amargura en su alma, esta vez se hallaba sola y la neblina comenzaba a cubrir los campos, sus compañeros de lucha, habían desaparecido de su lado y las heridas comenzaban a arder, apenas podía sostener su espada, de repente una inmenso terror se apodero de ella y decidió abandonar la lucha, huir lejos, ya nada importaba…solo quería vivir…entonces otra flecha se enterró en su pecho y todo pareció congelarse en el tiempo, su vista se elevo hacia el firmamento, miraba el cielo con cierta nostalgia, cada vez le costaba respirar, entonces comenzó a sumergirse en la inmensa oscuridad de la muerte..."

Arcrestos, había llegado tan rápido como pudo al castillo de su padre, las hermosas tierras elficas de Nimyara, quien ya siendo un conocedor de lo acontecido le esperaba, apenas descargo a la muchacha entre sus brazos el Rey le llevo hacia las estancias reales: la habitación era blanca debido al mármol con que estaba construida, dos grandes ventanales mostraban el hermoso verde del bosque y una cama hecha con los mas finos materiales se alzaba imponente, apenas Arcrestos puso a la muchacha en la cama, entraron tres doncellas de hermosa belleza que se dispusieron a quitarle la armadura, y limpiar su cuerpo, mientras le cuidaban Arcrestos, el rey de los elfos y Vandil permanecían en silencio:

- Haradtah!! Creí que solo era un mito._dijo por fin Arcrestos.

- pues Haradth no existe mapas, ni registro alguno de su existencia._comento Vandil.

- no me gusta su presencia, es signo de malos presagios._comento después de un rato Aldanis , el rey de los elfos.

Despertó….bajo un cielo de hermosas pinturas, sobre lugares míticos, atraída por la suave melodía de los cantos élficos, acostada boca arriba miraba la fina terminación de la estancia en que se hallaba, de pronto tuvo las ganas de levantarse pero el cuerpo aun le pesaba, a su lado yacía una hermosa doncella de rubios cabellos que la observaba con ternura, sin embargo ninguna de las dos quiso pronunciar palabra alguna.

miércoles, 11 de julio de 2007

la confecion


-¿una persona dices?-_preguntando con cara de extrañada

_si, una mujer, con una marca en su cuello_
_aaaaahhh!!!- responde con cara de desconcertada.

de momento, cuando intento levantarme de la cama,

siento un repentino dolor en mi espalda el cual me hace

tambalearme y caer débil sobre la mujer, ella me habla con una voz

suave y calida


-no se esfuerce tanto valiente guerrero-_-llama me por mi nombre, berphometh-

le menciono con gran desgaste interno.


y perdiendo poco a poco el conocimiento,

comienzo a tener una serie de visiones del pasado.



(en un pequeño camino al este del país de Althariah)
-eh, ten cuidado-le digo a un guerrero q pasa al lado mio, pero el me responde
-lo siento joven caballero-, manteniendo fija la mirada en aquella persona,
noto de que el guerrero era una mujer, y tartamudeando le pregunto su
nombre muy tímidamente
- ¿eh--eh cual es vuestro nombre guerrero?-
-"beleth"-- respondió ella sacándose el casco y mostrando su belleza, y viendo
claramente noto una pequeña marca en su cuello, pero mientras me
fijaba en esa extraña marca ella me pregunta mi nombre, y con rostro
distraído le respondo- mi, mi nombre es Berphometh-_...
próxima escena

(en un cruento combate, en las afueras de la ciudad gublineana cercana al mar)
- cuidado beleth!!!- viendo como un duende le asecha con una flecha envenenada

_-aaaaaaaahhhh-grita con dolor beleth al ser dañada por una flecha envenenada-_-nooooooooooo!!!, ire por ti beleth-


mientras los duende levantaban a beleth, yo no podía acercarme para poder salvarle.

pero en cuando me descuido un momento, un duende con el rostro deformado me hieren atravesando una daga ghoblin por la espalda, asi sin poder hacer nada para salvar a beleth los duendes la cojen y la depositan en una pequeña barcaza dejándola a su suerte en el gran océano.










continuacion



Capitulo dos

Había caminado kilómetros de tierra y fango, cansado por el peso del guerrero en su espalda, Vandil sentía que el guerrero apenas respiraba y se vio obligado a ir por el camino del bosque Ankara, odiaba aquel lugar los elfos se habían vuelto majaderos y solo algunos pocos podian cruzarlo, sin embargo el guerrero agonizaba y no habia otra opción.

la luna iluminaba como una tenue vela en medio de una habitación oscura, pero no era la falta de luz lo que le incomodaba, si no los aullidos de las bestias que parecían estar a cada segundo encima de ellos, cuando al fin diviso el bosque se interno rápidamente, haciendo esfuerzos de sus ultimas energías, el silencio llego de golpe, los aullidos cesaron al igual que el canto de las aves nocturnas, había avanzado un par de horas hacia el interior, cuando un grupo de guerreros elfos vestidos con hermosas armaduras le detuvieron a a punta de arco y flechas:

- ¿Quién sois? Y ¡cuales son vuestros asuntos en este bosque?._pregunto una melodiosa voz

- soy Vandil hijo de Andil del reino de sur y¿ el vuestro?._ pregunto con orgullo.

- Soy Arcrestos príncipe del bosque, y el sendero a mi bosque esta prohibido.

- el guerrero que traigo a mis espaldas, le encontrado agonizando, si no fuera por que su alma se le escapa del cuerpo, de ninguna forma hubiera pasado por vuestro territorio.

Arcrestos se acerco a Vandil y reviso el estado del guerrero, impresionado retrocedio un par de pasos, Vandil le observaba nervioso:

- es...es...una Haradiana!!!._dijo después de un rato

- ¿Haradiana?._respondió Vandil.

- mirad su marca._repuso Arcrestos

Vandil bajo de su espalda al guerrero y le acomodo en el suelo, inmediatamente el elfo se acerco y le saco el casco, Vandil se sorprendió al ver el rostro de una muchacha, El elfo sin repara en el rostro del viajero, movió el rostro de la guerrera hacia un lado revelando la marca que tenia en el lado derecho del cuello, era una espada, el dibujo de una espada!!.

- es cierto esa es la marca de los Haradth._comento otro elfo.

Arcrestos toco la frente de la muchacha y susurrándole a Vandil le dijo:

- esta vagando en la oscuridad, no se si aun le queda tiempo.

- por favor haced todo lo posible.

Arcrestos emitió un silbido tan hermoso que el bosque entero apareció iluminarse, de inmediato un hermoso corcel negro surgió, Arcrestos se subio al corcel y tomo a la Haradiana entre sus brazos:

- yo llevara a la Haradiana lo mas rápido posible a mi padre, él sabra curar su veneno, no os precupeis el caballo es muy veloz , Otrar te llevara a pìe.



El comienzo de la busqueda


caminado por un bosque frio, donde la oscuridad
cubría la mayor parte de él. estaba yo solo y herido, casi sin vida
encuentro una pequeña posada la cual se oye una variación de voces.
me acerco lentamente , el nombre del lugar es algo de "la taberna de la quimera",
casi sin conciencia, entro y sin poder hacer nada me desplomo en el suelo,
todo desangrado por la herida.

al pasar el tiempo, creo q fueron cerca de 3 dias, abro mis ojos
y a mi lado habia una mujer de hermoso rostro curando mis heridas
y con una voz quebrantada le pregunto-¿donde estoy?-estas en una posada-
respondió ella, callándose tímidamente. -¿como te llamas curandera?-
y ella responde desviando la mirada- no soy curandera y me llamo Nimyara, hija de vandil-
y armandoce de confianza la bella joven le pregunta a él-¿que es lo que haces por estos lugares?- el cerrando los ojos y con rostro de sufrimiento respondió- estoy buscando a una persona-...


Berphometh


Nombre: Berphometh ojos de drágon.


Edad: 20 años.


Habilidades: experto en estrategias, maestro en mandoblas y ballestas, y

hábil en combate cuerpo a cuerpo.



Pasatiempos: entrenar en las cuevas de los drágones de magma



Apariencia: cuerpo bien formado, armadura negra lijera y rasgada,

cabello de melena de color negro, con una cicatris en la espala,

ojos serios y profundos de color cafe oscuro

Beleth




Nombre: Beleth

Edad: desconocida, pero aparenta 21 años.

Habilidades: experta en la utilización de espada larga, y dagas.

Apariencia: lleva una armadura negra de metal, que cambia en la noche a blanco, tiene el cabello rojo y rizado, y lleva una marca en su cuello.

Pasatiempo:

Historia: Beleth nace en medio de una gran batalla, uno de los últimos haraddianos, una raza especial descendientes de los Dioses Mayores, su apariencia es parecida a la de un elfo, ya que son primos lejanos.
debido a las extrañas practicas de magia y alquimia a la que fue sometida posee ciertos dones, que hira descubriendo.

El llamado

Introducción

"...En el comienzo el tiempo y antes de este la oscuridad...."


Capitulo 1

Ella llego con la marea, bajo un cielo sin luna y de estrellas eclipsadas, llego traída por el suave oleaje de el mar, casi marchita, el viento susurraba un extraño nombre, que solo muy pocos podían entender.

Vandil, un montaraz, habia sido atraído por el "llamado" miro el cielo por largo rato observando las estrellas que habían cambiado su posicion, preocupado se encamino hacia las costas, el olor a Mar lo reconforto por un rato hasta que sus ojos de divisaron un bulto que brillaba de forma fantasmal, se acerco lentamente y pudo distinguir una armadura de hermosos tallados que cubría de pies a cabeza, a un guerrer el montaraz le saco el casco revelando el rostro y hallo a una joven de cabellos rojos, acerco su oído a la boca de la muchacha, escuchó un débil, inmediatamente la hizo sobre su espalda y se encamino.

la Taberna de la quimera siempre estaba congestionada, una de las razones era el único lugar que ofrecía habitaciones para descansar y entre la bahía y el pueblo mas cercano era el punto de descanso de cualquier viajero, siempre acudían los comerciantes extranjeros, cuadrilla de guerreros de distintos lugares, montaraces y algunos grupos de encapuchados que gustaban de las zonas menos iluminadas para reunirse, Ruzbu el tabernero había estado muy ajetreado trayendo los pedidos de una mesa a otra, a pesar de tener tres doncellas a su disposición, era sin duda una noche especial en la mesa central siempre se reunian montaraces y viajeros a contar las nuevas, entre ellos estaban Felad el montaraz, Izagûn , Gunba, Gunam y Somius un comerciante muy conocido, Felad había estado comentado que el tiempo en los reinos nortinos se había detenido y que extrañas criaturas han estado rondando los caminos y paso, fue entonces que otro guerrero se acerco a la conversación:

- hace dos dias, me encontré con dos viajeros cargados dirigiéndose al sur, ellos me han comentado que la gente a comenzado a desaparecer en las tierras del norte._comento el guerrero.

- es verdad, últimamente han venido muchas personas del norte a buscar refugio, pero si les preguntáis de que huyen, no saben que responder._arguyo el montaraz.

- patrañas!! el reino del norte sigue siendo seguro!!._infirió Gunba