domingo, 30 de septiembre de 2007

El ultimo de los haraddianos


Beleth tomaba una cerveza en un mesón apartado de la taberna, pensando en sus próximos pasos, ¿por que esta necesidad imperante de ir al norte? Y por que le buscaban tanto en Liord, no cabía duda que algo ella tenia para ser perseguida tanto, deseaba volver a caer en aquel profundo sueño del morir, sin embargo no por decisión de ella había tenido que regresar a vivir, ¿Por qué estaba tan cansada de la vida?, apenas si recordaba algo de su pasado y ahora en este lugar le parecía repugnante, al ver a tantas razas reunidas pensaba en lo horrible que se había convertido el mundo.

Fue entonces que un extravagante anciano entro en la taberna, sin que nadie se preocupara de su presencia el bullicio continuo, el anciano camino directamente donde se hallaba Beleth y sin que esta pudiera hacer algo, se sentó frente a ella:

- son muy pocas las personas que saben reconocer a los antiguos, sobre todo en una taberna tan divertida como esta….es extraño como tantas razas de seres abominables yacen en total paz entre ellos…y es extraño que la Taberna se llame Quimera…

- pues en un pueblo mas al sur hay otra con el mismo nombre…_interrumpió Beleth.

- Jajaja, estos humanos no respetan nada…esa taberna que tu viste es solo una imitación, la verdadera es esta, este lugar donde todo esta equilibrado aparentemente, pues de las fuerzas del bien solo estas tu…

- ¿Qué quieres decir?.

- Espera y lo sabrás, pronto llegaran refuerzos, un caballero sin tierra y un errante de las estrellas…

- Silencio, no se que infusiones has tomado últimamente pero, si queréis hablar sin sentido id a la mesa de los trolls.

- Jajá jajá, ¿ahora eres sarcástica?, guarda tus fuerzas para los próximos días… apropósito habéis escuchado la leyenda del rey decapitado?

- No.

- Hace mucho tiempo existía una raza de llamada Haradiannos, quienes veneraban a los antiguos, su Rey era conocido como Olidan, y su raza prospero, eran poderosos de eso no cabe duda tanto así que uno saboreo el lado oscuro de aquel poder, y decapito al Buen rey, al mismo tiempo que hizo extinguir a toda su raza, para ser él, el único ser poderoso de estas tierras, fue el único que pudo equilibrar la magia con lo bélico y el mismo comenzó a forjarse un ejercito de seres creados a través de la alquimia, el problema surgió…por que estos seres no poseían almas por lo tanto no tenían emociones…

- ¿emociones?.

- las emociones son un ingrediente extra para ser mas fuerte!!, el miedo a morir, el honor, el anhelo por salvar a los tuyos, son emociones que llevan al ser humano a adquirir fuerzas mas allá de lo conocido, ser casi invencibles, es aquella “humanidad” lo que la falto a sus Homúnculos.

- Claro el alma no se puede fabricar..

- Exacto…pero si apresionar….

- ¿Qué quieres decir?...

- Pues a Somius, el ultimo de los haraddianos, se le ocurrió como no puede crear almas, investigo la forma de atraparlas e incorporarlas en los cuerpo ya hechos…el primer experimento se B.E.L.E.T.H, con partes de sus propias células creo un cuerpo y a través de la magia invoco un espíritu al cual pudiera aprisionar uf! Después es historia ya sabida, ataco a las ciudades y razas más poderosas para evitar que se unieran en su contra…

El anciano se levanto de la mesa, para marcharse, pero Beleth le detuvo:

- ¿Por qué me has contado todo esto?.

- Por ningún motivo en especial, tenia ganas de contar una leyenda….

- Mientes!!!

Beleth se levanto de la mesa empuñando su espada hacia el cuello del anciano.

- ¿Por qué él enfado?, es solo un cuento.

- Por que me la has contado!!!!.

- ¿Por qué viajas al norte?, ¿Por qué tienes que ir a ese lugar?, ¿Qué esperas encontrar?, ¿a quien quieres encontrar?.

- Basta viejo estupido!!!.

- OH!!! Pequeña estas tan confundida…tras tu fuerte apariencia, se esconde un pequeña niña atemorizada….

Beleth comenzó a bajar lentamente su espada.

- por que…me lo has contado…

- necesitabas un motivo para seguir tu viaje al norte y yo te lo he dado.

El viejo se había deslizado hacia un lado para desparecer entre el bullicisio, Beleth permaneció de pie por largo rato, hasta que el ruido normal de la taberna empezó a apoderarse de sus sentidos, salio rápidamente al exterior,

Estaba anocheciendo se parto del camino principal y corrió con todas sus fuerzas en dirección al bosque, hasta que su cuerpo no pudo resistir la carrera, cayo al suelo con la vista hacia el cielo y comenzó a reír.

No hay comentarios: